jueves, 13 de noviembre de 2014

Las dedicatorias de libros mas originales

Dedicar un libro es un arte en sí. Cuántas veces hemos abierto una novela y al leer la dedicatoria pensado: “este libro me va a gustar“; casi como si esta fuera una declaración de intenciones.
Hay muchos tipos de dedicatorias: desde la inexistente, hasta la típica “para mi padre, mi madre, mi querida fulanita, etc.“… Algunas de estas son muy sentidas y poéticas, no cabe duda, pero esta recopilacion son de aquellas singulares, distintas y unicas que se apartan de todo lo convencional.



A Colin Firth. Eres un gran tipo, pero estoy casada, así que creo que debemos ser sólo amigos.
          Shannon Hale, Austenland









Para Anna, que abandonó El Señor de los Anillos para leer este libro. (¿Qué más se puede pedir a una hija?). Y para Elinor, que me prestó su nombre, a pesar de que no lo necesitaba, para una reina elfa.
          Cornelia Funke, Corazón de tinta









A Luis León Rupp, a quien siempre recibo en mi casa con una etiqueta negra en el whisky y el corazón en la mano.
          Alfredo Bryce, La última mudanza de Felipe Carrillo









Dedico esta edición a mis enemigos, que tanto me han ayudado en mi carrera.
  La familia de Pascual Duarte, Camilo Jose Cela


Para Phyllis, que me hizo meter los dragones.
George RR Martin, Canción de hielo y Fuego. Tormenta de espadas









A la memoria de mi padre (1897-1971), que fue químico y buena gente.
            Mario Benedetti, Primavera con una esquina rota








           
             
 
             “Dedicado a la persona más fuerte que conozco: yo.” 
              Babe Walker, Psychos: A White Girl Problems Book















Para Hans Christian Andersen, sin cuya colaboración este libro nunca se habría escrito.Y en memoria de mi hija, por el entusiasmo con que alentaba semejante colaboración.” 
Carmen Martín Gaite. La Reina de las Nieves












Para el alma que ella dejó de guardia permanente, como una lucecita encendida, en mi casa, en mi cuerpo y en el nombre por el que me llamaba.”  
Carmen Martín Gaite. Nubosidad variable










A mi mujer Margarnit y mis hijos Ella Rose y Daniel Adam, sin los cuales habría terminado este libro dos años antes.” 
Joseph J. Rotman. Fundamentos de la topología algebraica












“Mi primer padrastro solía decir que con lo que no sé se podría llenar un libro. Aquí está.”
Tobias Wolff. Vida de este chico










“Empecé este libro para Holly, lo terminé para Maddy.”
Neil Gaiman. Coraline










 
“A LEÓN WERTH
Pido perdón a los niños por haber dedicado este libro a una persona mayor. Tengo una seria excusa: esta persona mayor es el mejor amigo que tengo en el mundo. Pero tengo otra excusa: esta persona mayor es capaz de comprenderlo todo, incluso los libros para niños.
Tengo una tercera excusa todavía: esta persona mayor vive en Francia, donde pasa hambre y frío. Tiene, por consiguiente, una gran necesidad de ser consolada. Si no fueran suficientes todas esas razones, quiero entonces dedicar este libro al niño que fue hace tiempo esta persona mayor. Todas las personas mayores antes han sido niños. (Pero pocas de ellas lo recuerdan).
Corrijo, por consiguiente, mi dedicatoria:
A LEÓN WERTH cuando era niño.”
Antoine de Saint-Exupéry. El Principito.






A mis hijos que, sin duda, jamás nacerán.”
Cyrill Collard, Las noches salvajes (el autor estaba enfermo de sida y murió poco después)









Para mi madre, Nedda Previtera Cashore, por su gracia especial con las albóndigas, y para mi padre, J.Michael Cashore, dotado con la gracia de perder (y encontrar) sus gafas.
            Kristin Cashore, Graceling









A Conchita, mi mujer desde hace cuarenta años. Nuestro amor es ya casi un incesto.
           Jaime Campmany, El pecado de los dioses









¿Se puede dedicar un libro a una gota de agua salada?
    Cuca Canals, Llora, Alegría











Aquí debería estar tu nombre.
Rubén Bonifaz Nuño, El manto y la corona (poemario a un amor no correspondido)











A un viejo amor que murió sin darme tiempo a pedirle perdón.
           Manuel Maristany, La enfermera de Brunete










Al imaginario lector que podría pagarme medio paquete de cigarrillos si comprara mi libro. Te advierto que no sólo no me identifico con ninguno de los personajes, sino que además, de ninguno de ellos querría ser amiga… Cuidado con las sombras.
Angeles Caso, El Peso de la sombra (escrita con motivo de la Feria del Libro de Madrid de 1995)

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